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EL PROBLEMA DE LOS VOTANTES "PROVIDA"

Publicado: 2021-04-06

Ciertos creyentes vienen impulsando la candidatura de Rafael López Aliaga alegando que esta es la mejor opción porque así lo indica la moral cristiana. Pero, ¿qué tipo de moral es esta?, ¿reflejan los portavoces provida realmente los valores del evangelio?

En primer lugar, los votantes provida tienen una lectura apocalíptica y polarizadora de la realidad, ya que llaman “enemigos” a todos los que provienen de bloques “comunistas” y “liberales”, y que se oponen a los “valores cristianos”. De entrada ya parten de un esquema, el de entender que ellos, por ser creyentes en la Biblia y sus contenidos, tienen la verdad en todas las materias (incluso científicas), por lo que nada bueno puede haber en el otro. El enemigo para el provida es aquel entonces que no cree como él, el no cristiano y, peor aún, el cristiano progre que es un apóstata, esto es, peor que un no creyente y que discrepa sobre sus opiniones políticas sobre el aborto, la homosexualidad y el rol de la mujer.

Pero para muchos creyentes esta es una manera equivocada de interpretar las cosas. Allí donde algunos dividen el mundo entre hijos de la luz e hijos de las tinieblas, habemos muchos creyentes que concebimos una sociedad en la que creyentes y no creyentes podemos convivir en paz y en la que la religión tiene una esfera de competencia que no puede invadir caprichosamente la esfera de la ética, la política y la ciencia. Por supuesto, el evangelio posee principios éticos que se proyectan hacia las otras esferas del saber y lanzan una crítica contra el status quo, pero ello no significa que no podamos aceptar convivir con quienes piensan distinto de nosotros. Los creyentes trabajamos por la paz (Mt 5:9), aprendemos de quienes piensan distinto y si bien tendemos a oponernos a quienes desavalorizan lo humano, no presumimos que el otro es nuestro enemigo solo porque no piensa como nosotros.

En segundo lugar, la preocupación de colectivos y votantes provida se suele centrar en tres cosas: el aborto, la homosexualidad y la “ideología de género”. Esta es, sin embargo, una terrible reducción de lo que es la vida, por supuesto. Pero además de ello, lo que no soportan los provida es que haya otros creyentes que interpretamos la Biblia y la vida misma de una manera distinta. Valgan verdades, no en todas las iglesias la Biblia se interpreta literalmente y sin tomar en cuenta su contexto cultural. Para muchos creyentes la comprensión moderna de la homosexualidad permite lecturas renovadas del texto bíblico, interpretaciones igualitarias sobre los sexos y miradas más comprensivas hacia las decisiones morales de quienes no se identifican con el cristianismo (lo que incluye el aborto). El evangelio, además, habla poco de estas cuestiones y habla más de la responsabilidad de los creyentes hacia los oprimidos y excluídos (Lc 4:17-19; Mt 4:23), de modo que es curioso y hasta contradictorio que el activismo de los provida se limite solo a tres temas, pero se deje de lado la violencia, la discriminación y la pobreza. Cosa curiosa, también, es que el “evangelio social” en las iglesias provida siempre sea menospreciado y contrarrestado por un acérrimo proselitismo que vacía el contenido material del evangelio para solo espiritualizarlo y limitarlo a la “salvación de almas”, dejando así de lado los cuerpos que padecen de hambre, frío y violencia.

En tercer lugar, parece ser que los cristianos provida solo pueden concebir alianzas con los partidos de derecha. Es lógico: al haber reducido su postura a solo tres temas, descartarán a los partidos que no estén de acuerdo con estos. Pero si su espectro provida fuese el que corresponde, el del evangelio, se darían cuenta que los partidos de derecha no son necesariamente los mejores para generar cambios a nivel de pobreza, lucha contra la corrupción y la violencia. Lo contradictorio es que las alianzas provida han sido establecidos con dos de los partidos más corruptos del Perú: Fuerza popular y Solidaridad Nacional. Pero cuando uno amplía su concepto de lo que es la “vida” entonces se da cuenta de que el espectro es mayor y que es un sano ejercicio, tanto político como espiritual, el tratar de ver qué cosas en los demás partidos son o no compatibles con lo humano y con el evangelio mismo. Así, mientras los provida se limitan a los partidos más desprestigiados caracterizados por su homofobia y desinformación sobre lo que el género es, habemos otro grupo de creyentes que aceptamos que los cristianos pueden tener preferencias izquierdistas o derechistas y que eso no es obstáculo para nuestra hermandad ni para discutir crítica y juiciosamente qué opción es la mejor.

Por último, la pretensión de hablar de RLA como si fuese el mejor candidato y porque es un “imperativo cristiano hacerlo” es profundamente equivocada. La única motivación para votar por él es la de los tres temas de siempre. Pero eso no puede cegarnos. RLA tiene al menos un proceso penal en su contra (por lavado de activos), vinculaciones con un gobierno municipal incriminado de corrupción (Castañeda), vínculos con evasores de impuestos (Panamá papers) y un prontuario de cientos de demandas por pugnas de poder empresarial. Además de ello, su alianza con el fundamentalismo religioso y sus declaraciones polarizantes claramente contradicen la capacidad de arribar a consensos y no hacen más que proliferar la tirria hacia la religión. ¿Esa es la “vida” que los provida pretenden hallar al votar por él? Hay otros candidatos de derecha que no tienen esa mochila. ¿Por qué entonces precisamente él?

En conclusión, lo que hoy por hoy es conocido bajo la noción de “provida” dista mucho, a mi modo de ver, de los valores del evangelio al que los propios provida se deben. Ser “provida”, en ese sentido, no solo es una terrible inconsistencia, sino que es la manera más segura para que la gente se aleje de la religión debido a su carácter reduccionista, excluyente y capaz de aliarse con quienes son potenciales enemigos de la democracia. Así que o mejor nos quitamos de encima esa etiqueta que mancha el nombre del cristianismo o redefinimos lo que significa ser provida haciendo el cristianismo compatible con la democracia.


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El Eremita

Blog sobre religión, para una reforma de lo religioso en contextos plurales y secularizados