Selva
Este enramado viento
penetra en mí a son de río,
curándome ese vacío
de ciudad, así lo siento.
Aquí el corazón caliento.
Tras la verdad de la palma,
lanzas de sol sanan mi alma,
entran, curan mis lumbares,
me uno a la tierra, a mis pares...
¡De la vida amo su calma!