En las siguientes líneas pretendo resumir las ideas principales de Virgilio Elizondo en Galilean Journey. 

Nuestro autor empieza por referirse al concepto de mestizaje, concibiéndolo como un proceso de hibridaciones bio-culturales que emergen de dos procesos históricos. Por un lado, la conquista española y, por el otro, la conquista inglesa de Norteamérica. Así, el mestizaje aparece históricamente asociado a un sistema ideológico e institucional de jerarquización y exclusión social que se sustenta en tres principios: a) la exclusión (basada en el purismo cultural), b) la distancia social (que impide el mestizaje) y c) la eliminación del nuevo grupo social emergente. Estas tres constantes no han desaparecido. Mantienen su vigencia ideológica.

Asimismo, Elizondo comparte la realidad de las personas con raíces mexicanas que viven en los Estados Unidos. Se identifican así tres grupos: mexicanos, mexicanos-americanos y chicanos. La descripción que hace Elizondo en los primeros capítulos es sociológico-fenomenológica: se identifican los estilos de vida, pero también los principales motivos de tristeza, lucha, simbolismo cultural y utopía de estas comunidades. La pobreza en estas comunidades tiene tres dimensiones: material, psicológica y cultural.

A continuación, Elizondo introduce una idea bastante original: profundiza sobre el sentido teológico de Galilea. Galilea, en el evangelio, representa así la exclusión, el mestizaje, la pobreza, la periferia, la ignorancia, todo ello en oposición al sistema oficial, situado en Jerusalén. Igualmente, Galilea representa una elección intencional de parte de Jesús y del evangelio, el lugar desde el cual se construye el Reino. Este descubrimiento teológico le permitirá a Elizondo establecer analogías con las comunidades mexicano-americanas que viven en condición de marginación en la sociedad estadounidense.

Elizondo formula este paralelo entre Biblia y realidad a través de tres principios aplicables: el principio Galilea, el principio Jerusalén y el principio Resurrección. El primero consiste en la elección intencional de Dios de los marginados (los mestizos). El segundo principio alude al protagonismo de esas personas en la transformación de las estructuras de injusticia (encarnadas en el sistema religioso-farisaico en Jerusalén). El tercer principio, el de resurrección, apela al triunfo del amor sobre el mal y la muerte. Se supera el sufrimiento para dar paso a la salud y a la vida.

Para nuestro autor, estos no son principios abstractos. Su aplicabilidad es pastoral. Los principios resumen el trabajo realizado por Elizondo y sus colaboradores en la parroquia de San Antonio, Texas. La fe, así, se convierte en un instrumento de reafirmación de la identidad, empoderamiento para la transformación social y reivindicación de la cultura y la liturgia de las comunidades hispanas en los Estados Unidos.